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Una cosa es ser radioaficionado y otra es tener autorización

Una cosa es ser radioaficionado y otra es tener autorización

ESPAÑA.- Los radioaficionados de Teruel aprovecharon la mañana del sábado para compartir con el resto de turolenses su pasión por la comunicación a través de las ondas electromagnéticas saliendo a la calle y organizando en el entorno de Fuente Cerrada una exposición de equipos antiguos y una demostración de comunicación por radio. El turolense Vicente Maicas, miembro de la Unión de Radioaficionados Españoles, no faltó a la cita este fin de semana.

-¿Por qué salen este fin de semana a la calle los radioaficionados de Teruel?

-Celebramos que hace 40 años que pusimos en marcha un repetidor de radioaficionado en el monte de Javalambre. Estamos conmemorando el 40 aniversario. Nos hemos juntado unos cuantos y hemos montado una estación móvil de radioaficionado.

-¿Qué tiene la comunicación por radio para despertar esa pasión?

-Es mi hobby favorito desde los 18 años. ¿Que qué tiene? pues es el mismo veneno que tienen todas las aficiones.

-¿Cómo es el día a día de un radioaficionado?¿Con qué frecuencia se conecta, por ejemplo?

-Es la misma rutina que tiene cualquier aficionado con su hobby. Por ejemplo, un ciclista le dedica el tiempo que puede a la bicicleta. Pues nosotros a la radio igual. Hay días que yo estoy dos horas en radio y otros días no estoy ni un minuto. De la misma manera, hay semanas enteras que no la toco y otras en las que no hago otra cosa más que hacer radio. Va todo en función del tiempo de que se dispone o de las ganas.

-¿Cuál es la señal más lejana que ha captado?

-El mundo entero.

-Cuando contacta con algún radioaficionado de otro país, ¿cómo se inicia una conversación?¿de qué se habla?

­-Curiosamente, en el mundo de la radioafición todo el mundo nos hablamos de tú, nos tuteamos. Si no hablamos el mismo idioma, lógicamente la conversación es mucho más reducida, aunque tenemos códigos de intercambio. Nos limitamos a intercambiarnos el nombre y la dirección, también las características de la estación de radio, que eso a nosotros nos interesa mucho, con datos como que qué equipo se tiene, qué antena utiliza, el micrófono que se lleva, qué fuente de alimentación se emplea o a qué potencia se transmite. Y con eso nos damos por satisfechos.

-¿Por qué se intercambia esa información?

-­Para saber cómo va la propagación, porque somos unos apasionados de las comunicaciones y de esta manera sabemos que en ese omento la comunicación está abierta, por ejemplo, con el centro de Europa o con el Norte de África. Así sabemos cómo se abren las propagaciones o cómo se cierran a lo largo del día y de la noche, cómo van cambiando.

-¿Hay mucha afición en la provincia de Teruel?

-En la provincia de Teruel no creo que pasemos hoy de los 50 radioaficionados con distintivo de llamada. Una persona puede ser radioaficionada y no tener ese  distintivo de llamada, que indica que se ha pasado un examen demostrando a la Administración que se tiene una serie de conocimientos de radio.

-¿El conductor de un 4×4 que llevan una emisora en el coche es también un radioaficionado?

-Una cosa es ser radioaficionado y otra es tener distintivo, licencia o autorización. Los señores que lo llevan en los coches emplean lo que se llama la banda ciudadana, que es de uso y disfrute libres y no precisa de ningún examen ni de autorización. Los radioaficionados necesitamos licencia. Los usuarios de banda ciudadana tienen asignada la banda de 27 Hmz mientras que los radioaficionados tenemos segmentos en prácticamente todas las bandas, desde onda corta hasta microondas.

-¿Cómo convive la tecnología de las ondas con Internet?

-Bien y mal. Bien, porque somos complementario y, además, hoy en día hay muchos radioaficionados que se han enganchado a la radio vía Internet. Eso alerta sobre la definición de radioaficionado vía Internet porque Internet de radio no tiene nada.Pero vamos a dejar un eslabón en el que uno puede hablar por radio y, al final, alguien le conecte a través de Internet, aunque lo lógico es que lo hagamos todo por ondas electromagnéticas, que para eso somos radioaficionados. En Internet hay miles de proyectos e inventos que funcionan y que hacen más amplio nuestro hobby.

-En el cine apocalíptico es un clásico que haya un radioaficionado que resuelve la situación.

-¡Hombre, claro! Porque les interesa mucho. Todo el mundo sabe que en Estados Unidos la radioafición es enorme, y esta es una manera de ensalzarla. Es cierto que hoy en día esto es algo arcaico, pero ¿y si un día falla todo?. Todo el mundo estamos todo el día en Internet, y cuando llegamos a casa y no va Internet nos echamos las manos a la cabeza. Y en dos horas se suele resolver el problema pero … ¿y el día que eso no pase? A nosotros eso no nos va a pasar.

-¿Hay relevo generacional en la radioafición?

-Sí hay. No somos la última generación, ni mucho menos. Pero es cierto que cada día cuesta más. Cuando llegué yo a este hobby, en Teruel capital estábamos más de cien radioaficionados y hoy no creo que pasemos de treinta. En cuarenta años hemos dividido por tres esa cifra.

FUENTE: www.diariodeteruel.es